DIETARIO VOLUBLE. EL NUEVO LIBRO DE ENRIQUE VILA MATAS

"Este libro abarca los tres últimos años (2005-2008) del cuaderno de notas personal de Enrique Vila-Matas. Com bina los comentarios sobre libros leídos con la experien­cia y la memoria personal, va proponiendo la desapari­ción de ciertas fronteras narrativas, donde las diferencias entre ficción y ensayo son cada vez menos relevantes y, a la vez, va abriendo camino para la autobiografía amplia, siempre a la búsqueda de que lo real sea el espacio idó­neo para acomodar lo imaginario. Compuesto en parte por notas que pasaron del cuaderno del escritor a la edi­ción dominical de El País de Cataluña, pero también por fragmentos inéditos, y por notas que han sido escritas para completar esta edición, Dietario voluble es, ante to ­do, un tapiz que se dispara en muchas direcciones".
"Por su factura –artículos presentados en forma de diario– Dietario voluble facilita un recorrido por la cocina literaria de una primera persona que, por su maleabilidad, da al lector la impresión, a veces falsa, de entregar toda la información posible sobre el autor. Pauls, hablando sobre Doctor Pasavento en un ensayo recogido en Vila-Matas portátil, explica cómo en el narrador de Barcelona la primera persona no es el yo sino su némesis o su antídoto. Por ello, en Dietario voluble aparece un escritor profesional que, en posesión de todas sus manías, ya no reconoce, en una librería de Saint-Germain-des-Prés, a quienes algún día fueron sus personajes, pues estos, enfebrecidos por una segunda naturaleza, aspiran a una nueva vida, como el propio Vila-Matas, a quien un percance de salud, en 2006, lo colocó en un derrotero de autoconocimiento cuyas consecuencias literarias me parecen aun impredecibles. No en balde, en esa indecisión, presenta, pierremenardianamente, ese episodio de hospitalización como cuento en Exploradores del abismo y como fragmento de vida en Dietario voluble. En este último libro Vila-Matas da noticia, citando a Julien Gracq, del gasto vital que cuesta una obra como la suya, que no es, como creerían algunos, solamente una forma en extremo simpática de literatura sobre la literatura.
Al describir a los hikikomori, los solteros parásitos catalogados en Japón como esos seres que vegetan durante eternidades en casa de sus padres atados a la computadora y a la televisión, Vila-Matas acaba por darle al Dietario voluble esa consistencia vital que no puede dejarme indiferente. Regresando del tiempo cerrado por Doctor Pasavento, el tiempo de la gran novela, Vila-Matas asume en Dietario voluble que su obra es parásita de su obra y que ello puede ser visto, por algunos lectores, como una forma de trascendencia, y por otros, como una afectación, un exhibicionismo. Este último resquemor tiene su razón de ser: no había habido entre nosotros, desde Ramón Gómez de la Serna, un escritor cuya individualidad sea tan proteica y a la vez, cosa curiosa, tan mimética como Enrique Vila-Matas".
Enrique Vila-Matas ha presentado en Barcelona 'Dietario Voluble' un diario literario que nace de su cuaderno de notas personal. Durante la presentación del libro, el autor ha descartado la idea de que el libro pueda ser considerado como un "striptease", pues según ha asegurado, "yo estoy muy escondido dentro del texto y de quien hablo es de los otros".Publicada por Anagrama, la obra puede ser considerada como un paseo por la peripecia vital del escritor entre diciembre de 2005 y abril de 2008, a partir de los artículos que escribe cada domingo para la edición catalana del diario El Pais.
Sin embargo, Vila-Matas también ha incluido en el libro nuevos fragmentos de su dietario, que dejan, por tanto, de ser inéditos, además de notas para completar esta edición. "Siempre es divertido volver sobre lo escrito, aunque suponga, igualmente, un esfuerzo", ha apostillado.
Aunque ha reconocido que no lo buscaba de forma deliberada, el libro es un relato "muy legible", tal como lo pudo comprobar hace unas semanas en México, por los comentarios que suscitaba en sus lectores.
El autor ha afirmado que 'Dietario voluble' no es un libro de artículos sino "un diario donde funciona más que nunca la fórmula en la que se borran las fronteras entre la ficción, el ensayo y la biografía, percibiéndose la arquitectura interna de mi obra".
Tal como ya conocen sus muchos seguidores dominicales, Enrique Vila-Matas empezó a llevar un dietario en 1963, cuando contaba 14 años, tras adquirir una agenda americana, editada por producciones Myrga, en la ya desaparecida librería y papelería Solá, del número 14 del Paseo de Sant Joan de Barcelona.Este tipo de escritura, entiende el narrador, es la prueba "irrefutable" de que uno es distinto según va avanzando el tiempo, aunque ha advertido de que su diario, que volvió a iniciar en el año 1985, es más funcional que literario, con anotaciones de trabajo o sobre personas que ha conocido.Vila-Matas ha señalado que en sus inicios apuntaba lo que hacía en una hora determinada y con quién lo hacía "por si la policía venía en mi búsqueda y yo debía ofrecer una coartada".Ha vuelto a destacar que "no sé qué decir sobre mí porque no me conozco" y que "mi biografía es lo que he escrito", pero ha mantenido que desde siempre ha tenido la voluntad "de decir la verdad". En ese sentido, el autor ha opinado que "desde Cervantes a Kafka ha habido escritores que han utilizado la ficción para decir la verdad".
El escritor ha asegurado que la enfermedad que sufrió hace más de un año le ha permitido "cambiar de vida, abrir horizontes en mi escritura y serenarme" pues, según ha asegurado, "me aprovecho de todo, e intento sacarle el máximo partido"

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