5 poemas de Fiat Lux. Primer poemario de José Lira Sosa


Fiat Lux

Fiat –lux de mediodía

ebrio de miel roja

Fiat-lux entre los dientes

de la boa constrictor.

Fiat-lux para flagelar mariposas

en las uñas de las brujas. Fiat-lux

hembra y macho como la voz del cocodrilo

de cristal amarillo. Fiat-lux uno puede

llevarte del dedo como a una galera encantada

uno puede abrazarte como a un hada

que danza

porque tú eres de harina blanca.

Fiat-lux bella proclamando destrucción

a grandes pasos

de ratón blanco. Fiat-lux terrible

a medianoche sin alas

Fiat-lux uno puede andar contigo

Sin puñal de luciérnaga

En la espalda

Uno puede convertirse en un lagarto

A tu solo contacto.

Fiat-lux repetido mil veces

Fiat-lux entre elefantes

de rodillas de goma.

Fiat-lux que no ha abandonado nunca

los ojos de arena de Jannine

Jannine de ojos de Fiat-lux

de ojos de noche

de lluvia como manos de Fiat-lux.

Fiat-lux de nalgas de látigo

de nalgas de hostia bendita

de nalgas de Jannine

Jannine de días

como piernas de lagartos

Jannine de noches

como ojos de luciérnagas

y Fiat-lux.


*****


Nilda

Mi hermana mueve sus piernas

de lagarta

y de pájaro mosca

mi hermana de sexo de lava de volcán

y de pecho de cristal refractario

se llama Nilda.

Mi hermana me busca en la jaula

de amianto

donde el jaguar de voz

de ídolo negro

respira mi aliento de champiñón

y de antracita

mi hermana dormida en las rodillas del oso

mi hermana de lengua de jengibre

de mejillas de arena

en la garganta del pájaro

muerto en la nieve.

Mi hermana de pie en la ventana del azogue

sometida al fuego y a la piedra.

Mi hermana de mamas reducidas

a cenizas

de cuello de alas

de murciélagos grises

mi hermana

límite

y serpiente del amor.


*****


Mitología nocturna

Noche gusana de tierra

noche de sexo de albaricoque

en las garras del altar nocturno

pájaro noche como una campana

de dedos de guitarra

pájaro lira como noche de azogue tremendo

noche de perfil

de búho en la arena.

Noche como el peso de la jaula a leona

como el paso de la tierra a leona

bella como la noche en las cejas

del petróleo inflamado

noche de salitre

deshecha

en los pliegues de la cerbatana

de seda

en los dedos de noche

a la derecha del tigre.

Noche de ventanas entre alfileres

noche donde mi talón de caballo

de diosa presagia una aguja

bajo el maniquí de dientes de cabra

donde mi vientre reemplaza

el abismo de labios de heno.

Noche de muñecas selváticas

la esfinge blanca de tu sexo

me habla a media voz

noche de jirafas como senos de lluvia

noche a mediodía

en el reloj de arena

noche gusana de tierra

tus dedos de noche

como lanzas de niña.


*****

Fábula para revelar el misterio

Había el recuerdo de la edad de piedra

y cada paso que tú dabas era

sacrificado

a la caricia fascinante

de estos dedos reptiles.

Había este vaso que contiene

la máscara que tú alimentas con tu miedo

y el hongo de tus aletas subpétreas

entregado a su vicio secreto. Había entre este

jinete de cenizas blancas y este bosque

sometido al influjo hechizante de tu risa

la mano de este criminal de sueño hecha

especialmente para retenerte a mi lado

como una estatua.

Inútil decir qué fiera descansa a tu derecha

ahora que tu cuerpo es cada vez menos sólido

y expone sus senos de arcilla

de arcilla intransmisible

y el terremoto en medio de su centro

levanta el paso de tus piernas

como un acantilado

sin ríos ni manos ni tú andando en ese río

con tus manos de frutos prohibidos.

Había una jirafa apuñaleada por mis dedos

de víboras

para revelar el misterio

y yo en medio de este campo

como un nuevo diluvio para tu odio primitivo.

Había el recuerdo de la edad de piedra.


*****

Los amantes exteriores

Ella es la piel de la cebra magnética

que mueve su cola

en la mano del siego.

Ella es la ardilla flagelada por las

nieves.

Ella es la máscara danzando

en los brazos del oso negro.

Y yo

soy el rostro del hombre

que abra su vientre

con las uñas del mono

Yo soy el ojo del cuervo

en su dedo de goma lúcida

el alcohol y la fiebre

en sus mejillas de cenizas

y en sus brazos

de estiércol puro.

Yo soy el que ama su pecho de cerbatana

y su vientre de gusano de tierra

pero ella es hecha

a prueba de aire

a prueba de fuego.

Ella es inoxidable como la palabra

asesino.

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