Entradas

Mostrando entradas de febrero 6, 2011

Más allá del principio divino (Sobre Michel Onfray). Por Esther Díaz

Imagen
Los difíciles momentos de cambio que estamos viviendo indican que ha llegado la hora de repensar si es posible liberarnos de las moralinas que en nombre de lo divino atentan contra el deseo y la razón, tal como propone Michel Onfray en este lúcido libro. Oscuros dispositivos religiosos promueven simulacros como si fueran realidades. Los tres grandes monoteísmos vigentes atentan contra el cuerpo, el placer y la vida. Se pliegan así a un nihilismo negativo que cree en ficciones, inventa culpas y produce sometimiento. Sin embargo, se puede pensar en un crecimiento fructífero y poderoso que emanaría de un nihilismo positivo, cuya inmanencia despojaría al cielo de falsos dioses y reforzaría la voluntad de existir. Tomaríamos distancia así de las posiciones metafísicas que nos emborrachan con el fiero aliento de los fanatismos trascendentes. La astucia del accionar teocrático no sólo reafirma el engaño conceptual de los creyentes, ha inseminado también los estamentos laicos. Es cierto que al

Las Nuevas Modalidades del Goce el Medio es el Deseo. Por Esther Díaz

Imagen
El pansexualismo es, actualmente, nuestro modo de ser en el mundo. He ahí imágenes carnosas, músicas sugerentes, afiches con intimidades gigantescas, líneas calientes, cibersexo, desnudos femeninos, metrosexuales masculinos, en fin, proliferación de referencias eróticas en casi todos lo ordenes sociales. Sin embargo, este innegable fenómeno obsceno no es un invento posmoderno. Su origen, fundamento y desarrollo comenzó en plena madurez de la modernidad. Nosotros, simplemente, asistimos a su consumación. Y como sabemos, lo que se consuma, se consume. En las postrimerías del siglo pasado, este exceso de sexualidad entretejido con la proliferación mediática y digital, la aparición del virus del sida y el desarrollo de la biotecnología comenzó a producir la desaparición del cuerpo en las relaciones deseantes. Pero elidir el cuerpo material no necesariamente significa “histeria” en sentido freudiano. Puede significar, más bien, la instauración de nuevas formas de realización del deseo que,